1.
Soledad,
orgullo del amor en el silencio.
2. El
principio del final ha comenzado;
Nadie puede
acariciarme tras los muros.
3. Voy
cansado de pensarte a cada instante
y de andar por
los rincones de la casa
como loco, en
una pompa de tu espuma.
4. La
experiencia no me habla del futuro
y todo se queda,
sin más, en una excusa
cuando, a punto
de encontrarte, reapareces
en la espera, la
impotencia o la palabra.
5. ¿Puedes
dar y recibir sin consumirte?
¿Qué es el
silencio que habita tu mirada
comparado con la
voz del que te escucha?
¿Crees, acaso,
que el silencio puede darse
sin amor, odio,
alegría o sufrimiento?
6. Lo
que até, contra mi mano se rebela
y quiere asirla,
con fuerza, a su cintura
para romper el
lazo que aprisiona.
Pero aún
descansa en mí lo que no he escrito
como un lirón de
invierno que olvidamos
y vuelve a
comenzar la primavera.
7. Yo
te he creado distinta a las querencias
que habitaban el
pecho acaparado
de un hombre que
era carne y sedimento.
Te he pintado,
sin luces, sobre un grito
y he forjado en
tu piel mi aprendizaje.
Levantado he,
sobre todo, este andamiaje
por negarte la
razón de lo que evito.
8. Es
el tiempo de mutarse en cataclismo
y de sentarme a
esperar, como un idiota,
lo que intuyo
desde hace tantos años…….
Hay ocho muros y
también ocho mañanas;
ocho relojes que
marcan ya las ocho
pero que siempre
se adelantan con mi angustia;
hay ocho
fuerzas, cuarenta realidades
mas me sustenta la
mano sólo una.